Espacios intersticiales | Javier Aparicio Frago

Utilizar el lenguaje escrito, verbal para describir este proceso creativo que se prolonga en el tiempo me hace – por un lado, querer desmenuzar cada situación, dar un espacio a todos los objetos encontrados, así como –por el contrario, la necesidad de seleccionar, sintetizar los procesos que sí quedaron a lo largo de este recorrido hecho por tierra y mar, a través del tiempo y del espacio.

Por ello, en esta ocasión os invito a que nos detengamos –aunque sea tan sólo por unos instantes en los territorios, islas, en los que no pudimos recalar, pero que -desde el equipo artístico de danza, avistamos desde este navío que cruza, conecta escenarios.

Por que es allí, en los espacios intersticiales – en momentos de soledad o junto con el equipo artístico, encontré las pautas que me hicieron girar, abandonar o afianzar un rumbo el desarrollo del proyecto del que ya no había vuelta atrás.

En el caso de la composición de la música para Giselle, fue en las salas secundarias del teatro de Covilhã, donde se gestaron las voces que formarían parte del universo sonoro, trasladando al grupo de intérpretes la siguiente pregunta: ¿Cómo convertir, traducir en palabras melodías, frases musicales que surgen de sus movimientos, de su presencia escénica en el espacio como grupo y como individuo?

Mientras tanto, me preguntaba si tenía sentido seguir indagando sobre la estética del apropiacionismo, y dar vida a una Giselle a partir de la multiplicidad de identidades que encontramos en las redes sociales.

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