La aplicación y el éxito dependerá de las políticas, planes y programas de desarrollo sostenible de los propios países y de la gestión que estos realicen. Esto será apoyado mediante la movilización de recursos y las estrategias financieras utilizadas. El progreso de los objetivos se revisarán mediante indicadores propios de los gobiernos participantes y mediante los indicadores globales preparados por el Grupo Interinstitucional y de Expertos sobre los Indicadores de ODS, que se acordó en la Comisión de Estadísticas de las Naciones Unidas en marzo de 2016. El proceso de seguimiento se hará anualmente y se comprobará que los gobiernos están movilizándose de manera efectiva sus recursos para cumplir los objetivos de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030.