Cristina Martín Robledillo
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Voluntariado en estudios locales de vulnerabilidad energética (Universidad de Oriente, Cuba)
En un contexto global tan cambiante, en el que los combustibles fósiles están agotándose a la vez que es necesario abastecer a todas las poblaciones de electricidad para tener unas condiciones de vidas básicas, me interesó enormemente el proyecto de Vulnerabilidad Energética del Grupo de Cooperación de Ingeniería para el Desarrollo Humano.
Concretamente, los cubanos están acostumbrados a no tener un acceso eléctrico estable, lo que se intensifica cuando nos alejamos de las ciudades y nos adentramos a las comunidades rurales. Es por ello que la Universidad de Oriente lleva años centrando su atención en este tipo de asentamientos,
colaborando estrechamente con la Comunidad de la Magdalena y el Macho en la implementación de proyectos internacionales como FRE Local.
Durante mi estancia, hemos retomado las investigaciones sociales que se desarrollaron en el marco de este proyecto para poder incluir las aportaciones del Grupo de Cooperación, cuya perspectiva de la vulnerabilidad energética trata de ir más allá de las concepciones tradicionales, que se limitan a menudo a medir el acceso eléctrico, incluyendo en su definición la satisfacción de necesidades humanas además de tener en cuenta el contexto cultural de cada país. Por ello,
ha sido para mí todo un honor colaborar en este proyecto.
Mi trabajo ha consistido, principalmente, en diseñar una encuesta que sintetice los indicadores sociales de pobreza multidimensional y pobreza energética del Banco Mundial o el OPHI junto con la evaluación del acceso a servicios energéticos y los beneficios que estos traen, detectando
las carencias que puedan existir en estos ámbitos. Dicho cuestionario está completamente adaptado al contexto rural de la Comunidad de la Magdalena y el Macho. De este modo, no solo estamos acercando los estudios académicos a zonas rurales aisladas, sino que estamos
consiguiendo un diagnóstico preciso de su situación energética actual para que las políticas de desarrollo energético y de instalación de paneles solares sean certeras y eficaces.
Gracias a la hospitalidad de la Universidad de Oriente y el interés que han demostrado profesores de distintas instituciones internas – el Centro de Estudios Sociales Caribeños (CESCA) o el propio Centro de Energía y Refrigeración del que he formado parte – he contado con el
apoyo transdisciplinar necesario para desarrollar un proyecto tan ambicioso.
Ha sido una experiencia muy enriquecedora en la que he podido aprender no solo sobre una temática tan candente como es la transición ecológica o el desarrollo sostenible, sino también conocer en primera persona y en profundidad un país tan complejo como Cuba, en el que andan
todo el día “inventando” para “resolver” y en el que, aunque cada día es una aventura para la extranjera y para el propio cubano, no dejan de perseguir sus objetivos.