Las partes de la bicicleta

En este punto vamos a ver los principales elementos y partes que tienen todas las bicicletas.

Es la estructura principal desde la que se acoplan el resto de partes que conforman el conjunto de la bicicleta. A la hora de escoger una bicicleta es importante tener en cuenta la talla del cuadro según la altura del ciclista.

Existen cuadros rígidos más ligeros, adecuados para circular en firme poco irregular, y cuadros con suspensión para la rueda trasera, más adecuados para uso en terrenos muy irregulares.

El manillar es la parte de la bicicleta a la que nos agarramos y dependiendo de su anchura y altura conseguiremos más comodidad o mejor rendimiento.

La potencia es la parte que une el cuadro con el manillar. Cuanto más corta y elevada sea, más comodidad. Cuanto más larga y baja, mayor rendimiento.

La rueda está compuesta por una llanta, bujes, radios y un neumático con una cámara de aire. La cubierta recubre el diámetro exterior de la rueda y es la que contacta con el suelo. Dependiendo del tipo de terreno y uso escogeremos un neumático liso, ideal en carretera o ciudad, o con tacos, en caso de terrenos irregulares. Cuanto mayor sea el tamaño de los tacos, mejor agarrará, pero mayor será el esfuerzo del ciclista para hacer girar

las ruedas. La cubierta también tiene la función de proteger la cámara de aire.

Los frenos son el componente que nos permite regular la velocidad y detener la bicicleta.

Existen frenos mecánicos que funcionan con cable tensor y frenos hidráulicos que funcionan con presión de aceite.

Según el uso de la bicicleta, se escogerá un sillín más ancho y acolchado para paseos y trayectos cortos, o bien, un sillín más estrecho y duro para trayectos más largos y que necesiten un pedaleo con mayor rendimiento.

Si, por el contrario, vamos a hacer uso de la bicicleta por terrenos irregulares, es más aconsejable una horquilla con suspensión ya que aportan mayor comodidad. En caso de terreno muy irregular, la suspensión aporta un mejor contacto con el suelo y con ello una mayor seguridad.

Es el tubo que sujeta el sillín al cuadro y permite regular la altura del sillín según la talla del ciclista y sus necesidades.

Opcionalmente, podemos añadir complementos y accesorios a nuestra bicicleta según nuestras necesidades: Portabidón, bidón, cuenta kilómetros, bolsa para herramientas y accesorios, etcétera.

Uno de los mayores peligros para el ciclista cuando circula por carretera o ciudad es no ser visto por el resto de vehículos. Por ello es muy importante el uso adecuado de reflectantes, reflectores y alumbrado. La normativa establece que si se circula por la noche, por túneles o en condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan la visibilidad, es necesario hacer uso de elementos y el alumbrado correspondiente.

El sistema de alumbrado que la bicicleta deberá llevar obligatoriamente es:

1. En la parte delantera una luz de posición de color blanco.
2. En la parte trasera una luz de posición de color rojo.
3. Catadióptricos traseros no triangulares de color rojo.

Y opcionalmente se pueden añadir catadióptricos en los radios de las ruedas y en los pedales. Cuando sea obligatorio el uso del alumbrado, los ciclistas deben de llevar alguna prenda reflectante, con el fin de que los conductores y demás usuarios puedan distinguirlos a una distancia de 150 metros.